Cronología e historia de un nuevo desastre ambiental
La muerte masiva de salmones y la marea roja no es algo aislado sino una constante en el mar interior del sur, así como el riesgo en la salud de la población costera, y la perdida de ecosistemas únicos, los hechos más allá de los azares son un síntoma del estado crítico del Estuario de Reloncaví.
Cochamó, junio del 2022.- Una serie de hechos han ocurrido el pasado mes de mayo en el Estuario de Reloncaví.
El día 18, la empresa Salmones Multiexport S.A. informa una nueva MUERTE MASIVA DE SALMONES, la que termina el día 22. Sernapesca informa que en total se retiraron 250 mil peces en 1.075 toneladas, y que otros 3 centros reportan mortalidades menores.
El día 23, vecinas denunciaron una varazón de sardinas en el estuario.
El día 26, la autoridad sanitaria de Los Lagos emitió una resolución donde indica la prohibición de extracción de mariscos bivalvos, en el estuario.
El día 29 de mayo, en medio del estuario chocan las barcazas “Fiura” y “Trehuaco” ambas de la misma empresa, Naviera Puelche, las que conectan los sectores de Caleta Larena y Caleta Puelche.
La muerte masiva de salmones se ha vuelto una constante, así como el riesgo en la salud de la población costera, los hechos más allá de los azares parecen ser un síntoma del estado crítico del Estuario de Reloncaví.
Hoy desconocemos cuántos residuos tóxicos han sido vertidos en el estuario, pero sabemos que este sistema vivo está muriendo, y aunque se pudiera concluir que uno de los factores es el cambio acelerado del clima, todos los dardos apuntan a la producción acuícola industrial.
Un ecosistema que está muriendo
Un estuario es un cuerpo de agua conectado con el mar y en el cual el componente de agua salada es diluido y modificado por el agua dulce del río. Los estuarios son los puntos donde mueren los ríos y nacen los mares; podemos encontrar en ellos lo que no es medible, el valor no utilitario y el gozo de la naturaleza.
En ellos se produce una estratificación del agua. Una capa superficial de agua dulce o salobre se mueve hacia el mar y bajo ésta fluye una capa de agua salada hacia el interior. Los estuarios tienen alta productividad biológica, alta densidad de peces y moluscos y presentan un elevado riesgo de contaminación por la cercanía a zonas pobladas del litoral y actividades económicas.
El Estuario de Reloncaví presenta una extensión de 17.134 hectáreas, este se originó durante la última glaciación y geológicamente corresponde a un fiordo. El fiordo de Reloncaví tiene 55 km de largo y 4 km en el sector más ancho. Un territorio en que las últimas 3 décadas ha estado marcado por el auge de la industria acuícola, donde el 60 % del área del estuario están definidas como aptas para la actividad acuícola.
La producción de materia orgánica es uno de los procesos ecológicos más importantes al ser la base de la cadena trófica, el desequilibrio del ecosistema del fiordo puede entenderse por un lado por el exceso de materia orgánica producido por la industria salmonera y mitilicultora.
Por otra parte, la mayoría de los centros de cultivo de salmón han arrojado estar en una situación anaeróbica, mientras en los centros de producción de choritos se desconoce el estado de anaerobia como lo ha denunciado el Comité de Defensa del Borde Costero de Puerto Montt. El término anaeróbico dice relación con la falta o ausencia de oxígeno en un sistema, condiciones anaeróbicas que nos están demostrando el estado crítico del ecosistema del Estuario de Reloncaví.
El alma del modelo
En busca de miradas sobre la situación del estuario, coincidimos con la visita al Centro de Expansión Agroecológico Los Maitenes, donde tuvimos una grata conversación con Héctor Kol, radicado en la región hace 16 años, biólogo, hombre de ciencias (Anti-capitalista, rockero y colocolino, por Gracia de Dios”, según se presenta), hoy trabajando en Calbuco en temas acuícolas.
En la visita pudimos rescatar una mirada sobre la situación del Estuario de Reloncaví, recuerda que la primera localidad que visitó en su “regreso a la escena del crimen” como llama a su retorno en 2006, fue Cochamó.
“Hicimos un recorrido por el borde costero y nos encontramos con los ya clásicos ‘salmones en la UTI’, pues engordaban en balsas jaulas conectadas a mangueras de oxígeno, provenientes de Centros de Oxigenación ubicados en la costa, frente a los centros de engorda. Sin ese oxígeno extra, inyectado de manera artificial a la columna de agua, los salmones se morían. Hace 16 años de eso. La crisis ya existía y sólo estamos en la continuidad de esa misma crisis”, hace énfasis Héctor.
En un informe del Centro de Estudios de Algas Nocivas (CREAN) del Instituto de Fomento Pesquero (IFOP) respecto a la mortalidad masiva de salmones y la detección de toxinas marinas, en el que se señala que el 19 de mayo, que contempló el muestreo de seis estaciones en el fiordo, en el informe el IFOP propone que la muerte de salmones se explicarían por la renovación del agua profunda que se da en otoño y que se elevaría a niveles cercanos a la superficie, además esta renovación facilita la suspensión de sedimentos en donde se encuentran los quistes de dinoflagelados productores de yeso toxinas (una toxina del grupo de las lipofilicas, que se caracteriza en ciertas concentraciones por producir intoxicación con un cuadro gastrointestinal), lo que explicaría los altos niveles de concentración de la toxina en los choritos.
Héctor nos señala que tal reporte carece de información relevante que daría más de alguna luz respecto a lo sucedido: “En el informe eluden las muy posibles responsabilidades de la propia Industria Salmonera sobre el evento solo con no mencionarla, pues en ninguna parte hablan de que la mayoría de los centros salmoneros existentes en el Estuario han arrojado condiciones anaeróbicas en sus sitios de operaciones durante los últimos 10 años, es decir, su lugar de operaciones no tiene suficiente oxígeno para mantener la vida acuática, esto es, sus propios salmones”
Además, Héctor apunta a los seguros que cobran los salmoneros, los que garantizan el pago desde los 300 gramos de peso, si se le muere no importa porque lo que deja de percibir en caso de muerte en los centros los termina percibiendo con los seguros.
Cualquier persona con dos dedos de frente diría, ¿Para qué quieres salmoneras dentro de un ecosistema que está liquidado?, la respuesta es el alma del modelo, solamente por fines económicos.“Todas las declaraciones de impacto ambiental (DIA) de salmoneras y choreras que están en el estuario han sido enviadas a la Municipalidad de Cochamó. Nunca han presentado una observación a alguna de ellas. Por otra parte, el daño ambiental es una persecución penal que hacen exclusivamente los municipios, acá sobran daños ambientales, ¿cuántas denuncias ha hecho el municipio?”, se pregunta Héctor.
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