
En la ribera del río Chamiza, justo entre las laderas boscosas del Parque Nacional Alerce Andino y el valle del rio Chamiza, se extiende un terreno fiscal de alto valor ecológico, histórico y comunitario: el Fundo Piedras Blancas. Son 611 hectáreas de bosque nativo, quebradas, humedales y montaña, que desde hace décadas han sido parte de la vida cotidiana de los habitantes del sector. Un espacio que ha sido playa,lugar de paseo, zona de escalada, lugar de certificaciones y capacitaciones y lugar de encuentro comunitario. Un espacio que hoy, sin embargo, está siendo usurpado mientras el Estado y sus instituciones guardan silencio.
¿Qué es Piedras Blancas?
Piedras Blancas es un terreno fiscal parte de un corredor biológico natural que conecta el Parque Nacional Alerce Andino con el Lago Chapo y el resto del valle. Su vegetación, biodiversidad y ubicación lo convierten en una extensión lógica del parque nacional, y así lo han entendido por años organizaciones ambientales, el Consejo Consultivo del Parque Alerce Andino, y los propios vecinos del sector, quienes desde al menos 2005 han solicitado formalmente su protección y destinación comunitaria.
Lejos de tratarse de una demanda reciente, la comunidad ha impulsado este proceso de manera pacífica, argumentada y sin el uso de la fuerza, confiando en la vía institucional para alcanzar una solución. Pero lo que ha ocurrido en los últimos años ha trastocado profundamente esa esperanza.
La ocupación ilegal: ¿quiénes se están apropiando del fundo?
En medio de la espera, un grupo de personas externas al territorio, sin arraigo ni historia en Correntoso, ingresó al fundo y lo ocupó sin autorización, instalando estructuras, cercos y puntos de control. Estas personas, que se identifican como parte de una comunidad mapuche (recién constituida durante el mismo proceso de ocupación), no solo NO tienen vínculos con las comunidades originarias locales, sino que incluso han ignorado otras solicitudes previas legítimas presentadas por comunidades mapuche del mismo territorio (como la comunidad Huillifotem de Correntoso).
Lejos de tratarse de familias desplazadas o campesinos sin alternativa habitacional, muchos de los ocupantes son jóvenes profesionales, provenientes de ciudades, formados en universidades con apoyo estatal. No son personas del campo, sino actores urbanos con educación, redes y conocimiento de las debilidades del sistema institucional, que han sabido usar discursos identitarios para instalar un control de facto sobre tierras fiscales.
Amedrentamiento, exclusión y uso arbitrario del territorio
Desde que inició la toma, se han denunciado múltiples acciones de amedrentamiento contra deportistas,visitantes, lugareños, ambientalistas y vecinos que han intentado ingresar al predio. El acceso ha sido restringido, y los habitantes históricos del valle —que usaron el fundo por décadas como espacio comunitario— hoy están impedidos de ingresar por miedo a represalias.
Como si fuera una ironía cruel, el día 20 de Mayo la Delegación Presidencial tiene una reunión con los ocupantes ilegales en el propio terreno fiscal, mientras los verdaderos habitantes del valle, los que lo han cuidado, están vetados de ingresar.
La Militarización no puede ser una salida
Un factor crítico que aumenta el temor de los vecinos es que por el fundo Piedras Blancas pasa infraestructura estratégica para la zona (parte del tendido eléctrico que viene desde la central Canutillar), lo que podría ser usado como argumento para justificar una eventual militarización del territorio (especialmente ante la escala de los discursos de odio y extrema militarización de la extrema derecha). Ya se ha visto en otras regiones del país cómo se responde con estado de excepción, militares y fuerzas de carabineros militarizadas, menos escuelas y más retenes y cuarteles. Una imagen que los habitantes de Correntoso no quieren en el futuro de esta localidad.
La comunidad rechaza tajantemente esta posibilidad, y teme que el abandono institucional inicial derive más adelante en una respuesta desproporcionada que afecte a toda la población rural, criminalizando el reclamo legítimo de quienes han buscado protección para este espacio durante años.
¿Es posible una Complicidad institucional?
La pasividad del Gobierno Regional no solo genera indignación, sino también sospechas legítimas. Durante la última campaña electoral, se instalaron pendones de candidatos del oficialismo —como el candidato Quinteros (PS) y la actual Seremi de Deportes de los Lagos, Anahís Arauz ( en ese momento Candidata a Concejal), esto ocurrio en el acceso al fundo ocupado. Esto ha sembrado dudas sobre posibles vínculos políticos entre los ocupantes y actores del gobierno actual, y ha reforzado la idea de que el conflicto se está dilatando intencionadamente, mientras tanto, los ocupantes usurpadores refuerzan su presencia, construyen nuevas estructuras y continúan consolidando su control sin oposición efectiva,aprovechándose de una comunidad pacifica. Todo esto dificulta cada vez más la restitución del territorio.
Las exigencias de la comunidad del Valle
Frente a este escenario, las organizaciones de vecinos de Correntoso, ambientalistas, deportistas, y comunidad Mapuche «Huillifotem» han sido claros en sus demandas:
La Restitución inmediata del predio fiscal Fundo Piedras Blancas y el abandono del lugar por parte de los usurpadores.
La Declaración de protección para el lugar, extensión del Parque Nacional Alerce Andino, para Piedras Blancas, con permisos de uso comunitario, educativo, deportivo y cultural, gestionado participativamente y de forma vinculante.
Que se investigue de la inacción de autoridades públicas, que se realicen los sumarios administrativos correspondientes por posible infracción grave al principio de probidad.
El Rechazo total a cualquier forma de privatización encubierta mediante figuras legales restrictivas, como la propiedad indígena a quienes no tienen vínculos territoriales legítimos. Menos concesiones a Privados u otros artilugios con el mismo fin.
Reconocimiento de los derechos y necesidades de los habitantes locales en temas de tierra, vivienda y conservación para Correntoso.
El Rechazo a cualquier militarización del territorio como respuesta a un problema que pudo haberse resuelto con voluntad política y transparencia.
- Que se entienda que esto no es un conflicto ANTI-mapuche, como idea que se ha tratado de instalar, sino las legitimas demandas de los habitantes del Territorio, ante usurpadores forasteros.
Preguntas que no podemos dejar de hacernos
¿Qué vale más para el Estado: los derechos colectivos y la memoria territorial, o el cálculo político?
¿Hasta cuándo se va a permitir que se instrumentalice discursos disfrazados de causa, para consolidar intereses personales, desprestigiando las verdaderas reivindicaciones de los pueblos?
¿Qué señal se envía a las comunidades que han respetado la vía institucional, si quienes ocupan con presión y violencia son finalmente escuchados y premiados?
¿Qué consecuencias tendrá esto para el futuro de los conflictos territoriales en Chile?
- ¿Está bien llamar y clasificar como Anti-mapuche a todo aquel que hoy apoya las justas demandas de la comunidad de Correntoso?
Piedras Blancas no se entrega
Lo que está en juego en Piedras Blancas no es solo un terreno, es una forma de hacer las cosas. Es el derecho de las comunidades locales a ser escuchadas. Es la defensa de un espacio natural que pertenece a todos. Es la necesidad de restaurar la confianza en las instituciones y en las personas que las componen.
Piedras Blancas no se entrega, no se privatiza, no se negocia. Es de todos, no puede ser del que grita más fuerte.
